viernes, 19 de abril de 2013

El #18A y ¿después que?

Esto escribí allá por Abril de 2013. Nunca lo publiqué. Obviamente sigue vigente. 

La Democracia se construye día a día, pero también se destruye día a día si quienes nos gobiernan (y los gobernados) pensamos permanentemente en el interés personal por sobre el interés general. El Gobierno que hoy está en el poder es el que los argentinos votamos (o al menos el que la mitad del país votó). Aunque nos cueste admitirlo, son el reflejo de nuestra sociedad. Esa sociedad que no respeta las normas de tránsito, que tira la basura desde la ventana del auto o el taxi, esa sociedad que se hace la dormida y no cede el asiento a los mayores en el colectivo, esa sociedad que no se pone de acuerdo ni en una reunión de consorcio, esa sociedad que evade impuestos, no hace facturas con las compras, tiene a la empleada doméstica en negro e intenta sacar provecho de cada espacio de poder, por más pequeño que sea, al que pueda acceder. Todos nos creemos honestos, todos pensamos que el ladrón es otro, pero los políticos no llegaron al poder votados por chilenos, uruguayos o franceses.




Caminemos una hora por la calle y veremos lo que somos como sociedad. Autos que permanentemente pasan semáforos en rojo, colectivos que quedan en la mitad entre dos calles impidiendo el paso, pibes afanando celulares a las mujeres, gente tirada en el piso que es esquivada sistemáticamente por todos, policías mandando mensajes de texto o cobrando coimas a automovilistas que cometieron una infracción, taxistas tirando basura por la ventana del auto, gente que no levanta la caca de su perro, autos parados en doble fila, motos que no respetan absolutamente nada, pasos de peatones que parece que no existieran, etc,. 
Eso somos: Egoístas. y hasta que no cambiemos nuestra forma de actuar frente a la sociedad, difícilmente cambiarán los políticos que nos representan. Hasta que no tengamos respeto por el otro, los políticos de turno difícilmente tendrán respeto por nosotros. El cambio, indefectiblemente, comienza por nosotros, todos, todo el día, todos los días. El cambio empieza en la educación, en la familia, en el mensaje que transmitimos a nuestros hijos, hermanos, amigos, compañeros de trabajo, vecinos, etc. Si esperamos que un político comience el cambio, creo que vamos a seguir defraudándonos una y otra vez.


La Marcha masiva del #18A fue un claro ejemplo de la división social que está viviendo la Argentina. Es casi imposible sentarse a debatir o "discutir" sobre política a menos que las dos personas estén a favor o en contra del Kirchnerismo. Nada nos asegura que los políticos que vendrán en 2015 serán más o menos corruptos y ladrones que los actuales. Lo que podemos estar seguros es que si no cambiamos nosotros como sociedad, los políticos difícilmente van a cambiar; y por supuesto seguirán robando como lo hacen los actuales, como lo hicieron los anteriores y como lo harán los que vengan después.


Es fácil tirar la pelota, pero el cambio empieza en uno. ¿Somos realmente honestos? Estamos 100% seguros que no robaríamos estando en el poder? Somos solidarios en la calle o con los vecinos? O solo somos solidarios cuando nos piden un kilo de arroz o ropa vieja para los inundados? Damos el ejemplo? o nuestra miseria es parte de lo que criticamos? Que cada uno responda para si mismo (pero ojo, no vale mentirse).

Quienes participamos de la marcha del #18A (y de las anteriores) sabemos que eso es parte del cambio. Nuestra participación suma, importa, sirve. El reclamo masivo, sea oído o no por los políticos, al menos genera conciencia social. El camino sigue, es largo, pero depende de nosotros. Se Puede! ¿Se Puede?

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